La educación superior
tiene como uno de sus principales objetivos, como su misma denominación lo
indica, el formar profesionistas con los conocimientos, las habilidades, las
actitudes y los valores para desempeñarse con éxito en el mundo actual, pero
esto implica que hay precisamente un mundo actual donde desempeñarse, es decir,
un mercado capaz de dar cabida a estos egresados, pero ¿qué pasa cuando no es
así?
La escena es conocida
por muchos: los padres orgullosos en la graduación de sus hijos se toman fotos,
acuden a ceremonias y festejan pues no es menos encomiable el haber alcanzado
esa meta: implico años de tiempo, dinero y esfuerzo. Pero el final feliz de esa
historia no termina con los festejos propios de la obtención del título, el
verdadero culmen de la misma es cuando este profesionista logra colocarse en un
trabajo bien pagado y acorde a su perfil profesional.
Pero, ¿qué sucede
cuando hay una saturación de egresados que impide al mercado laboral acogerlos?
Hay estudios que muestran cómo es que carreras tales como Derecho, Administración o Contador Público muestran una sobresaturación
de egresados (algunos de estos estudios apuntan a que estas tres carreras
representan el 30% del total de los estudiantes de licenciatura a nivel
nacional), ¿cuál es el resultado de esto? Tomando datos del Instituto Nacional
de Estadística y Geografía (INEGI) y de la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social (STyPS), sólo el 57.4% de los profesionistas del área
Económico-Administrativa tienen un empleo relacionado con lo que estudiaron.
Si vamos a un nivel
más general, la Secretaría de Educación Pública (SEP) identificó 16 carreras
críticas con exceso de oferta de egresados, lo que hace que se produzcan
empleos con salarios más bajos y sea más difícil obtener un puesto en esas
áreas, estas carreras son las de Contaduría, Administración, Derecho,
Ingeniería Eléctrica, Ingeniería en Computación e Informática, Arquitectura y
Urbanismo, Comunicación y Ciencias Políticas, entre otras, las carreras
saturadas en las que se registran más de 135 mil egresados por cada puesto de
trabajo.
Hay quienes ante este
escenario señalan que solo deberían ofertarse aquellas carreras que realmente
tuvieran posibilidad de colocación laboral e ir cerrando las que no, pero eso
pone a la educación al servicio del mercado y no de las personas, por otro lado
las personas tienen la libertad inherente como seres humanos de estudiar lo que
deseen, sea esto demandado laboralmente o no, luego entonces ¿cómo conciliar la
libertad inherente a cada persona a estudiar lo que desee con las expectativas
personal, profesional y social de colocación laboral?
Una manera de
establecer un punto de acuerdo en el conflicto anterior es el referido a la
información que presenten las universidades. Si uno entra a cualquier página
universitaria y ve cualquier oferta educativa se dará cuenta cómo es que la
información está incompleta ya que sesgadamente cuando mucho presenta los
lugares donde el egresado puede desempeñarse como una posibilidad, pero eso es
casi casi como decir que si uno compra un cachito de lotería tiene la
posibilidad de volverse millonario: no miente, pero tampoco dice la verdad
completa. La solución es información.
Es casi inconcebible
que una lata de verduras contenga en muchas ocasiones más información que una
oferta educativa, ¿qué le faltaría a todas las ofertas educativas de las
universidades mostrar como información adicional? Algo que yo llamo el índice de empleabilidad. Este índice no
es otra cosa que la información oficial y formal que muchas veces anda dispersa
por la red respecto de la carrera en cuanto a las posibilidades laborales,
desde los nivele de demanda hasta los sueldos esperados. Así con esta
información la decisión de quien opte por una u otra oferta educativa estaría
basada en información completa y, ahora sí que como decimos, “bajo su propio
riesgo”.
La educación superior
maneja en su discurso el compromiso con la sociedad que tiene, pues bien, una
manera de responder a ese compromiso es presentar la información requerida para
que quienes opten por una u otra oferta educativa lo hagan con conocimiento de
causa atendiendo a la libertad que cada quien tiene de estudiar lo que desee
pero informando de las condiciones laborales para la profesión elegida.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
También puede descargarse gratis el poemario del
mismo autor "Perfectos son tus caminos” -50 poemas en la línea del
pensamiento cristiano-, desde www.rocefi.com.mx (Menú
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