viernes, 26 de octubre de 2018

Horario para la docencia, investigación y extensión



Cualquier definición que obtengamos de lo que es una organización nos hablará, palabras más palabras menos, de una confluencia de recursos humanos, materiales y financieros encaminados al logro de metas y objetivos grupales, en ese sentido el tiempo dedicado a las actividades es un recurso a cuidar, pero en el caso de las universidades un recurso cuyo “cuidado” se vuelve tan flexible como la naturaleza misma de la actividad en que está endosado.

Con el advenimiento de la sociedad industrial una nueva concepción del tiempo se hizo presente: los horarios laborales. Los horarios laborales buscan optimizar los recursos con que cuenta la empresa, no solo en cuanto al tiempo sino incluso otros recursos que se ven afectados por esto y que le cuestan a la empresa e instituciones como luz, agua, teléfono, etc. La idea detrás de los horarios laborales es perfectamente entendible, pero también debe ser entendible la evolución que muchas actividades del ser humano han hecho y que afectan la concepción rígida de los horarios laborales, caso específico el de las universidades.

La función de la universidad ha evolucionado conforme las necesidades de la sociedad lo han ido haciendo. De un inicio meramente formativo ha avanzado a cuestiones de investigación (ahora incluso llamado a esto innovación) y de extensión de la ciencia y la cultura a la sociedad. La primera etapa formativa requería que quienes colaboraban con este proceso cumplieran un horario rígido pues tenían que estar en un lugar dado a una hora dada para cumplir esto.

Las actividades posteriores de investigación y de extensión flexibilizaron un poco esto pero aún persiste en la mente de muchas universidades la noción de un horario donde el mismo implique que quien trabaja en la universidad físicamente debe encontrarse en ella para realizar tal actividad, lo cual ya no es pertinente. Si incluso la actividad relacionada con la formación ha evolucionado en el caso de los procesos formativos asincrónicos para quitarse las cadenas del tiempo y del espacio, con más razón las otras actividades.

Esto no quiere decir que el maestro no dedique el tiempo por el cual la universidad le paga a desarrollar lo que está obligado, pero sí obliga a pensar más que en procesos en resultados.  La universidad debe moverse hacia nociones que impliquen evaluación de desempeños donde se refleje la productividad pertinente de quienes laboran en ella.

Los procesos de investigación y de extensión tienen un alto cariz de vinculación externa donde los horarios son establecidos con la contraparte con las cuales nos relacionamos, por lo que pensar en un horario donde la universidad dice y hace es prácticamente imposible de diseñar y mucho menos de seguir.

A lo que me refiero es que no se puede pensar en que la universidad tenga puesto el ojo y el control en un horario cuando todo va encauzado más bien a los resultados que ese horario debe dar. El pensar de la primera forma es concebir que el pago sea por las horas cuando más bien es por los resultados que las mismas horas laboradas arrojan. Horas que bien pueden laborarse en otro lugar que no sean las instalaciones universitarias, por ejemplo cuando hablamos de la investigación o la vinculación.

De manera personal creo que los únicos momentos rígidos en el horario en el sentido de la permanencia física de quien labora en una universidad en la misma son aquellos que se refiere a las clases cuando éstas son presenciales y a la atención a los alumnos, de ahí en fuera la flexibilidad de los mismos debe ser tal que permita al profesor investigador moverse libremente con la vista y el compromiso puesto en los resultados.

La cuestión de los horarios, o más bien como me gusta llamarlo: del recurso tiempo por el que a quien labora en una universidad le pagan, debe estar en función de los resultados que presente, siendo su permanencia física en la universidad tan flexible como las actividades mismas que realice.


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/-jc2dwHeGHg


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viernes, 19 de octubre de 2018

Carta Universia Rio 2014 (3 de 3)



Continuando con la declaratoria de los representantes de las Instituciones de Educación Superior que participaron en el III Encuentro de Rectores Universia Rio 2014, celebrado los días 28 y 29 de julio de 2014 en Rio de Janeiro, Brasil, y una vez comentado lo relativo a los temas de la formación continua del profesorado y el fortalecimiento de los recursos docentes, la garantía de calidad de las enseñanzas y su adecuación a las necesidades sociales, y la mejora de la investigación, la transferencia de sus resultados y la innovación, en esta ocasión comentaremos los últimos tres temas relacionados con: La ampliación de la internacionalización y de las iniciativas de movilidad, la utilización plena de las tecnologías digitales, y la adaptación a nuevos esquemas de organización, gobierno y financiación.

La ampliación de la internacionalización y de las iniciativas de movilidad. Este rubro reconoce que “la movilidad, resultado y motor de la internacionalización, requiere un compromiso adicional para remover los obstáculos financieros, administrativos y académicos existentes y, así, mejorar los niveles actuales y atender su creciente demanda, física y virtual, con una visión renovada que permita la captación neta de talento, favoreciendo tanto la movilidad intrarregional como con otras regiones universitarias del mundo”. Para lograr esto la Carta Universia Rio 2014 propone mejorar la “proyección, visibilidad y atractivo de las universidades  iberoamericanas”, fortalecer “los instrumentos y de la cultura de internacionalización en la institución y sus actividades, propiciando la participación en programas, redes y alianzas internacionales”, y explotar “las posibilidades de atracción de estudiantes, investigadores y profesores internacionales”.

La utilización plena de las tecnologías digitales. Este rubro reconoce que lLas tecnologías digitales están provocando un trascendental cambio en el escenario educativo presente, al tiempo de que genera profundas transformaciones e innovaciones, en ocasiones disruptivas, en los modos de generación, acceso, reproducción, transmisión y acumulación de conocimiento. Adaptarse a este proceso de cambio imparable constituye un reto ineludible para las universidades iberoamericanas que no han desarrollado todavía, con la profundidad requerida, una visión digital que abarque todo su potencial.” Para lograr esto la Carta Universia Rio 2014 propone “promover iniciativas orientadas a la investigación y el desarrollo de modelos de soporte y elaboración de contenidos educativos digitales; impulsar la formación continua con recursos en la Red; ofrecer servicios de investigación convergentes; diseñar políticas y programas de divulgación libre del conocimiento; disponer de recursos compartidos; desarrollar programas educativos abiertos en línea (MOOCs) y formar redes de conocimiento con una adecuada articulación de los procesos locales y globales que garanticen calidad y acreditación”

La adaptación a nuevos esquemas de organización, gobierno y financiación. Este rubro reconoce que “las universidades más sólidas y con prestigio internacional se caracterizan por una alta concentración y atracción de talento, abundantes recursos y financiación y una gobernanza flexible y profesional”. Para lograr esto la Carta Universia Rio 2014 propone “disponer de una moderna estructura organizativa, ágil, cualificada y responsable, con las más modernas técnicas de gestión y esquemas de dirección y administración, con eficaces sistemas de información para la toma de decisiones, y que incorpore procesos de mejora de los rendimientos de la actividad universitaria”.

Sin duda alguna que la ampliación de la internacionalización y de las iniciativas de movilidad, la utilización plena de las tecnologías digitales, y la adaptación a nuevos esquemas de organización, gobierno y financiación es un reto que las universidades deben asumir no solo para cumplir su rol de formadoras sino para incidir en la construcción de una sociedad mejor.


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/jZJq1PNx5Zw


También puede descargarse gratis el libro  “HUMANO”, desde www.rocefi.com.mx  (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)

viernes, 5 de octubre de 2018

Carta Universia Rio 2014 (2 de 3)



Continuando con la declaratoria de los representantes de las Instituciones de Educación Superior que participaron en el III Encuentro de Rectores Universia Rio 2014, celebrado los días 28 y 29 de julio de 2014 en Rio de Janeiro, Brasil, y una vez comentado lo relativo a los temas de la responsabilidad social y ambiental de la universidad, la mejora de la información sobre las universidades iberoamericanas, y la atención a las expectativas de los estudiantes, en esta ocasión comentaremos los siguientes tres relacionados con: La formación continua del profesorado y el fortalecimiento de los recursos docentes, la garantía de calidad de las enseñanzas y su adecuación a las necesidades sociales, y la mejora de la investigación, la transferencia de sus resultados y la innovación.

La formación continua del profesorado y el fortalecimiento de los recursos docentes. Este rubro busca ante todo corregir “debilidades en la conformación de los cuerpos académicos, en la proporción de docentes doctores, en la disponibilidad de recursos suficientes para la enseñanza, las infraestructuras y equipamientos para una docencia de calidad”.  Para lograr esto la Carta Universia Rio 2014 propone “contemplar sistemas rigurosos de selección del profesorado, organizar esquemas transparentes de promoción a lo largo de su carrera académica, contar con planes de actualización para docentes en servicio, promover su motivación y evaluación, incentivar la innovación en el uso de nuevos métodos y técnicas pedagógicas, fomentar el uso de tecnologías educativas vinculadas al entorno digital y ampliar la movilidad internacional del profesorado”.

La garantía de calidad de las enseñanzas y su adecuación a las necesidades sociales. Este rubro señala actuaciones orientadas en tres direcciones básicas (1) “procurar un equilibrio entre conocimientos, habilidades y competencias, incorporar metodologías interdisciplinares, facilitar la adquisición de destrezas profesionales, renovar los métodos de enseñanza y aprendizaje y extender el uso de las tecnologías digitales”, (2) “contar con instrumentos que permitan captar las demandas sociales, disponer de instancias eficaces para la inserción laboral de los titulados universitarios y establecer planes mejor definidos de formación continua”, y (3) “garantizar la calidad de las programas de estudios mediante esquemas y procedimientos de acreditación, organizados como servicios públicos a cargo de agencias independientes, dotados con estándares internacionales y criterios académicos rigurosos que actúen sin imponer una pesada carga burocrática a las universidades”.

La mejora de la investigación, la transferencia de sus resultados y la innovación. Con esto las universidades buscan “extender sus capacidades investigadoras, mejorando el rendimiento y la calidad de sus resultados y activando su utilidad en procesos innovadores y de transferencia” […] colaborando “entre sí y con todos las partes interesadas para utilizar el conocimiento como elemento de productividad y competitividad económica, de creación de riqueza y empleo, de innovación y cohesión social”. Para ello la Carta Universia Rio 2014 propone “crear centros de excelencia fomentando la movilidad de recursos humanos entre la universidad y la empresa; contar con políticas de protección y transferencia de los resultados de investigación e impulsar programas de colaboración internacional; y fortalecer las capacidades de innovación y de emprendimiento, la vinculación con la empresa y los programas de capital semilla y de creación de “spin-offs””.

Sin duda alguna que enfatizar la formación continua del profesorado y el fortalecimiento de los recursos docentes, garantizar la calidad de las enseñanzas y su adecuación a las necesidades sociales, y mejorar la investigación, la transferencia de sus resultados y la innovación  es un reto que las universidades deben asumir no solo para cumplir su rol de formadoras sino para incidir en la construcción de una sociedad mejor.


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/fWx9d3F7SFc


También puede descargarse gratis el libro  “HUMANO”, desde www.rocefi.com.mx  (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)