Las
universidades buscan que su quehacer sea significativo, sobre todo
significativo para la sociedad ya que finalmente ella es la razón de ser de las
primeras, el equilibrio entre la generación y la aplicación del conocimiento,
mediante la operativización y el seguimiento permite esto, siendo que una
dinámica constante entre ambos genera ese dinamismo del que hablamos cuando nos
referimos a la mejora continua.
Comentaba
anteriormente que en cuestión de generación y aplicación del conocimiento, la
aplicación de conocimiento, sea este el que sea, lleva de una manera natural a
la generación de nuevo conocimiento a través del seguimiento. Es así como algo
que se implementa, si se le da seguimiento, pueden verse variables,
correlaciones o problemas que justifican preguntas que harán necesarios
procesos de investigación para responderlas. De la misma forma señalaba que esa
solo es una forma de enlazar generación y aplicación de conocimiento, existe
otra que parte de la generación y llega a la aplicación y esto a través de la
operativización. Cuando me refiero a operativizar me refiero a hacerlo
práctico, aplicable, de tal forma que ese conocimiento puede responder al
reclamo de la sociedad cuando nos pregunta “¿y esto para qué me sirve?”.
Ahora
bien, la tercer manera de dinamizar de manera equilibrada la generación y
aplicación del conocimiento pasa por un proceso muy sencillo aunque de gran
valor cuando ambas, cual cadena de producción, se colocan una después de la
otra en un proceso continuo de mejora.
Como
ya se explicó que la manera de generar naturalmente la aplicación del
conocimiento generado se da con la operativización y que la manera de generar
nuevo conocimiento de la aplicación del mismo se da con el seguimiento, ahora
solo es cuestión de poner ambos procesos como vagones de tren en una
interminable sucesión de mejoras que permitan avanzar hacia mejores estados de
desarrollo.
Así,
por ejemplo, una generación de conocimiento sería operativizada para ser
aplicada, pero, juntando con el otro proceso, de esa aplicación surgirían
nuevas dudas, nuevas preguntas, que justificarían otras investigaciones, de
dichas investigaciones posteriores surgiría nuevo conocimiento el cual, para
dotarse de aplicabilidad, debería ser operativizado con lo que el ciclo continuaría
a través del seguimiento.
Igual
podemos partir, no de la generación de conocimiento sino de su aplicación,
independientemente de esto, la aplicación permite ese seguimiento del que
hablamos que justificará otras investigaciones de las cuales de nuevo saldrá
conocimiento que requiera ser operativizado para ser aplicado con lo que el
ciclo nunca terminaría.
Este
ciclo que parece interminable no es otra cosa más que aplicar a la generación y
aplicación del conocimiento los procesos de mejora continua conde hay una
evaluación y una retroalimentación que conlleva a las mejoras buscadas. En la
generación y aplicación del conocimiento en ambos proceso esta esa semilla de
mejora continua requiriendo solo que la generación conlleve operativización y
que la aplicación conlleve seguimiento para que ambas, generación y aplicación
del conocimiento, se toquen en sus extremos y permitan un ciclo dinámico de
mejora continua.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
También puede descargarse gratis el libro “Tu
Palabra es Verdad -365 citas y reflexiones- Tomo 1”, desde www.rocefi.com.mx (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)
No hay comentarios:
Publicar un comentario