El
reto que enfrentan los actuales sistemas educativos de nivel superior de desarrollar
en el alumno una serie de competencias laborales que lo lleven a realizar trabajos
de gran capacidad, eficiencia y calidad, a través una combinación adecuada de
habilidades, conocimientos, actitudes y valores, ha sido abordado con el
enfoque de competencias profesionales. Este enfoque permite el desarrollo de
varios modelos que respondan a los que, como, quienes y para que del mismo.
En
este orden de ideas, y una vez vistos en los artículos anteriores una aproximación
conceptual al enfoque así como la estructura del proceso, en esta última
entrega quiero presentarles modelo RCP (Relevancia-Pertinencia- Coherencia)
cuyo autor es un servidor el cual está registrado en el Instituto
Nacional
de Derechos de Autor y que ha sido galardonado con el Premio Nacional de
Contaduría Pública a la investigación en su 17‘ edición 2002-2003 por el
Instituto
Mexicano de Contadores Públicos.
El
modelo RCP (Relevancia-Coherencia-Pertinencia)
El
proceso formativo del profesionista debe contener el enfoque de competencias para
que se asegure el desarrollo de la capacidad profesional atemperado por la filosofía
humanista que hace de la persona el centro mismo de su vivencia, asimismo debe
considerar la forma en que las personas perciben y procesan la información que
reciben del mundo. La conjugación efectiva de estos tres aspectos del proceso
enseñanza-aprendizaje —objetivos del proceso mediante el enfoque de
competencias, relación de los actores participantes mediante la filosofía
humanista, y manera de percibir y procesar la información- garantizará un proceso
que tienda a desarrollar un nuevo profesionista-persona más acorde a las características de la era de la información
actual y a los requerimientos de la profesión. Bajo riesgo de simplificar
demasiado este proceso, puede establecerse que las condiciones que debe reunir
son las de relevancia, pertinencia y coherencia.
La
característica de relevancia obliga a hacer un análisis concienzudo para determinar
qué es lo que se verá; es un hecho que en la actualidad el cúmulo de información
es tal que prácticamente es imposible además de impráctico el tratar de ver, comprender y dominar todo en el
restringido tiempo de que se dispone durante
la formación, por lo que relevancia se enfoca en lo que realmente es importante en función de que genera las bases
para el desarrollo subsecuente. La coherencia retoma las características de la
realidad contempladas en el concepto anterior
y las concatena de tal manera que el desarrollo del proceso no atomice el desarrollo de competencias sino que las vaya
integrando en un proceso cíclico, repetitivo
y armónico. Por último, por pertinencia se entenderá que el proceso mismo -procedimientos, metodología y
actividades- tenderá a reflejar las características
y condiciones imperantes en la realidad, en el medio laboral-profesional.
Relevancia.
El proceso formativo del profesionista. independientemente de que considere las
condiciones de pertinencia y coherencia, se enfrenta a un gran reto: la gran cantidad de información diversa sobre
la profesión y el quehacer de la misma.
Es en este punto donde interviene la relevancia. La relevancia tiene que ver con el qué y cuánto se ha de ver en las
asignaturas que conforman el programa formativo del profesionista. A este
respecto, puede señalarse que existen dos visiones: una tradicional y otra
vanguardista. La tradicional aboga por ver todo en las asignaturas, mientras
que la vanguardista se enfoca a aquello que es de mayor importancia para la
formación del futuro profesionista.
La
primera parte del supuesto que si se vio todo en la asignatura, lógico es que todo
debió aprenderse, más la experiencia demuestra que esto no es así y que para desarrollar una competencia se necesitan
conocimientos generalistas y mucha
práctica. La segunda postura parte del supuesto de que si se ven los fundamentos de un tema y éstos llegan a dominarse
por el alumno, éste estará capacitado
para abordar otros temas relacionados o más complejos. Ésta última postura es la que está más acorde tanto con
el enfoque de competencia como con los postulados humanistas. Ahora bien,
¿quién decidirá lo que hay que verse?
Diseño
instruccional: todo, poquito o nada. Dos condiciones son las que deben reunirse
para que un tema sea incorporado al diseño curricular: que el conocimiento sea generalista y que éste sea
lo más práctico posible. Antes de ver cada característica puede hacerse el
siguiente ejercicio. El supuesto es que se tiene la meta de hacer el mejor
vehículo que ha existido, en esta etapa se efectúa la lista de lo que un
vehículo debe contener sin reparar en los costos. En el siguiente supuesto el presupuesto
original asignado para el vehículo ha sido disminuido en un 20%, lógico que de
la lista original deberán eliminarse algunos aspectos considerados
inicialmente. A continuación, de nuevo el presupuesto es disminuido en un 20%,
por lo que la lista de partes para el vehículo de nuevo se ve disminuida. Por
último, otro recorte del 20% arroja como resultado un vehículo apenas con lo
básico para poder ser reconocido como tal. Este ejercicio, hecho con
dedicación, va marcando la pauta a seguir en el diseño instruccional: ir identificando
lo más importantes. Curiosamente, a pesar de no ser expertos automotrices, tal
parece que es más fácil determinar que debe incluir un vehículo de poco
presupuesto que el programa analítico de una materia.
Ahora
bien, en el desarrollo instruccional el principal recurso que restringe es el tiempo.
En función del tiempo deberá girar la extensión y profundidad de los contenidos
temáticos (así como en el caso del vehículo su constitución giraba en función
del presupuesto). Todo es importante, sin duda, pero la capacidad del docente
debe ser tal que pueda determinar de todo, lo más importante, y de lo más
importante, lo básico, y de lo básico lo indispensable, así, el proceso formativo
partirá de ver lo indispensable, si hay tiempo seguirá con lo básico, de lo básico
pasará a lo más importante y finalmente al resto, pero si no tiene tiempo no sacrificará
el todo precisamente por ver todo.
Ahora
sí, retomando lo que inicialmente se estableció, los temas que sean incorporados
al diseño curricular deberá ser generalista y lo más práctico posible.
Por
generalista se referirá que tenga la mayor aplicación en el campo laboral-profesional.
La
característica de practicidad es aquella que indica que las competencias
desarrolladas son precisamente aquellas que se están demandando en el campo
laboral-profesional. Esta característica se complementa con la anterior ya que
un conocimiento puede ser de mucha aplicabilidad pero no estar siendo demandado
en la actualidad. Para establecer un buen parámetro de la practicidad de los
temas, un punto de referencia viene siendo precisamente el campo
laboral-profesional. Pueden hacerse por parte de los mismos alumnos, investigaciones
de campo donde se trate de descubrir cuáles son los servicios que se están
demandando y bajo qué condiciones se están requiriendo. Estas investigaciones,
al mismo tiempo que proporcionarán información para ir encauzando el diseño
instruccional, le darán la oportunidad a los alumnos de ver por sí mismos los
requerimientos existentes en el campo laboral-profesional para que lo tengan en
consideración en su proceso formativo.
Complementando
la formación: la investigación. Ahora bien, el hecho de no llegar a ver todos
los temas en una asignatura como parte del trabajo de clase, no quiere decir
que éstos no sean contemplados en el proceso formativo. Para eso está el
trabajo externo. En este sentido, una de las mejores propuestas en el campo de
las asignaciones escolares es el uso de ensayos. El ensayo, como tal, obliga al
alumno a acudir a diferentes fuentes con la finalidad de leer, analizar, sintetizar,
criticar, y formar; estas fuentes deben de tratar de ser lo más variadas posibles:
libros, revistas, periódicos, internet, inclusive entrevistas.
Dado
que el ensayo es una redacción abierta, este se caracteriza porque se apoya en
el punto de vista de quien escribe, implica la responsabilidad de exponer las propias
ideas y opiniones y respaldarlas con el compromiso de la firma personal.
En
el ensayo se exige escribir correctamente las ideas con claridad, sencillez y originalidad;
es necesario sustentar la validez de lo que se opina a t1’aves de referencias
bibliográficas. Es breve, tiene un carácter didáctico y en él se pueden abordar
temas diversos: científicos, filosóficos, políticos, religiosos, literarios,
entre otros, la extensión depende del autor o de los requerimientos de quien lo
solicite. Vinculación interinstitucional. Otro aspecto a considerar para afinar
el aspecto de la relevancia en la información es el de promover la vinculación
interinstitucional con la finalidad de promover la investigación e
interrelación por parte de los alumnos. Esta vinculación consiste en tomar
grupos de materias similares de diferentes
universidades (para lo cual los responsables de las materias deben coordinarse)
y conseguir los emails de los alumnos con la finalidad de intercambiárselos
entre ellos para que se pongan en contacto. La finalidad de ese contacto sería
el encargarles que, con los conocimientos que tienen de la materia anterior tomasen
un tema en común que discutirán vía emails y cuyos requisitos podrían ser el
que por lo menos haya tres comunicaciones durante el semestre, comunicaciones
en las cuales tendrán que hacer uso de sus conocimientos y las referencias que
consideren importantes (uno envía el correo hablando de un tema de la materia,
el otro contesta y así se inicia un diálogo entre alumnos de diferentes
universidades). Al final ambos alumnos deberán entregar como reporte la serie
de intercambios de información con una breve introducción y una conclusión
personal, es decir, copiar las conversaciones a un documento y darle el formato
de un trabajo para entregar cuidando las referencias utilizadas (si las hay). Las
ventajas de esta vinculación, entre otras, es que permite ir pensando en la posibilidad
de una vinculación más efectiva entre las universidades a la vez que se va
generando en los alumnos una capacidad de autoaprendizaje colaborativo.
Coherencia.
Una vez que se han establecido las características de la realidad que deben
considerarse en los procesos educativos del futuro profesional, es menester que
el conocimiento se vaya construyendo de una manera armónica, tratando de integrar
todos los conceptos y buscando por que la instrucción no se atomice. A efecto
de cuidar la coherencia en la instrucción (lo cual cumple con las características
del enfoque de competencias), es menester que se desarrolle tanto una visión
holística como una visión armónica del proceso. La visión holística contempla
el relacionar lo que se está viendo con otras áreas de la profesión y así como
contemplar sus efectos en otros procesos como un todo. La visión holística no
implica el ver todo en una asignatura, sino enfocarse hacia el fondo de la misma,
pero correlacionar con temas pertinentes para su mejor comprensión.
En
cuanto a la visión armónica, ésta incluye que la instrucción no se disgregue sino
que se aborde en partes, pero que se vaya integrando como un todo. Los temas no
se ven y se dan por visto, el diseño debe ser de tal forma que cada materia
contenga los elementos para irse desarrollando integradamente.
El
quehacer del profesionista incluye las características de ser cíclico,
repetitivo y continuo, son esas características las que deben de incluirse en
el proceso formativo del futuro profesionista tanto con la finalidad de que en
la mente exista esa coherencia necesaria para comprender procesos, como para
que se vaya desarrollando la competencia necesaria para desenvolverse con éxito
en el campo laboral.
Hay
varias maneras de ir desarrollando un curso en forma coherente, aquí se propondrán
tres: la ubicación-contextualización, el seguimiento, y la interrelación. Ubicación-contextualización.
La ubicación-contextualización es la característica por la cual la competencia
que se busca desarrollar cobra importancia dentro de un sistema integrado. Si
bien es cierto que sale sobrando el decir que todas las competencias de todo
profesionista tiene un por qué y para qué dentro de los sistemas y procesos,
también es un hecho de que el abordaje de estas sin una buena
ubicación-contextualización lo único que genera es una capacidad, más no un
sentido. La ubicación-contextualización también tiene que ver con ir desarrollando
las cosas tal y como son desde el principio.
Seguimiento.
El seguimiento es una característica que se encuentra presente en todas las
áreas de trabajo del profesionista, ninguna cosa está acabada sino que forma
parte de un proceso, ningún resultado es definitivo sino que es provisional al momento
en que se presenta; de la misma forma, el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje
debe ser tal que no solo ubique el quehacer del profesionista dentro de un
proceso productivo dado, sino que sea capaz de ir integrando los elementos que
se van contemplando, en otras palabras, no ver las cosas y darlas por vista,
sino irlas concatenando, acumulando, de tal forma que se tengan que seguir
practicando y vayan mostrando un panorama más completo cada vez.
El
hecho de ver y evaluar algo no implica ni asegura su pleno dominio, la experiencia
indica que el dominio y la maestría viene precisamente de la experiencia, ahora
bien, la experiencia no es sino un hacer, hacer, y hacer las cosas, un repetir
cíclico que puede incorporarse en los programas. Este quehacer cíclico y
repetitivo permitirá que cada alumno aprenda a su ritmo, que la mente tenga las
experiencias necesarias para validar las conclusiones a las que haya llegado y
desarrollar las habilidades profesionales en un ambiente que simule las condiciones
laborales reales.
Interrelación.
La última característica de la coherencia, la interrelación, tiene que ver con
el hecho de ir estableciendo las diferentes conexiones que existen entre los
temas de la asignatura; así como con otras áreas y elementos del sistema en el
cual están.
De
lo que se trata es que no vea a la formación como pulverizada en diferentes asignaturas
que no guardan relación sino ir estableciendo relaciones con los diferentes
temas de la propia asignatura así como con las demás asignaturas del proceso
formativo.
Pertinencia.
Una idea, evento, proceso u objeto adquiere pertinencia en la medida que este
presenta características que tengan relación con el asumo a trata. En el caso
del proceso formativo la pertinencia estará dada por las características de la realidad
que sean incorporadas en dicho proceso, tanto en los procedimientos, las metodologías
y las actividades. Ahora bien, y siguiendo con la tónica de este tema, es
pertinente aclarar que el tratar de que el proceso formativo refleje en gran metida
las características de la realidad no significa que tenga que incorporar en el proceso
los aspectos negativos de la misma. El docente debe tener la capacidad para
partir de cómo son las cosas pero teniendo en cuenta las regulaciones legales y
las normatividades profesionales existentes, pero no por ello desarrollar un
curso ajeno a las condiciones reales laborales-profesionales.
De
la vista nace el amor. Uso de imágenes y documentos. Todas las profesiones son
ricas en cuanto a fuentes de información para la realización de su trabajo, desafortunadamente,
en ocasiones para facilitar el proceso mismo (sobre todo para el maestro), se
recurre a señalamientos acerca de la realidad más que enfrentar al alumno a la
realidad misma. Sirva como ejemplo las redacciones de ejercicios con los que se
trabaja en clase.
La
mayoría de los materiales de que dispone la docencia, así como los que genera el
docente mismo, no tienen el enfoque de competencia, ni están pensados en el alumno,
se enfocan más bien al proceso (un proceso más simple, sencillo y fácil, aunque
irreal) y a las necesidades-gustos del docente. En el ejercicio profesional se
enfrenta directamente con hechos y documentos a efecto de realizar su trabajo; más
sin embargo, en la docencia, es muy común recurrir a redacciones de los eventos
con el fin de facilitar la generación de materiales y el ahorro de tiempo y esfuerzo
(sobre todo del docente).
El
nuevo enfoque de competencias exige que el docente sea un experto en la materia
que imparte y que tenga la capacidad de presentar los procedimientos, la metodología
y las actividades como un fiel reflejo de lo que alumno encontrará una vez que
ingrese al medio laboral-profesional.
Los
retos a los que se enfrentan los actuales sistemas educativos, sobre todo en el
nivel superior, son considerables, pero en la medida que éstos sean abordados con
creatividad, decisión, congruencia, carácter y compromiso permitirán construir entre
todos una sociedad ordenada, armónica y con grandes oportunidades de desarrollo.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
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