viernes, 27 de mayo de 2016

Educación basada en competencias III: El Modelo RCP (Relevancia-Coherencia-Pertinencia)


El reto que enfrentan los actuales sistemas educativos de nivel superior de desarrollar en el alumno una serie de competencias laborales que lo lleven a realizar trabajos de gran capacidad, eficiencia y calidad, a través una combinación adecuada de habilidades, conocimientos, actitudes y valores, ha sido abordado con el enfoque de competencias profesionales. Este enfoque permite el desarrollo de varios modelos que respondan a los que, como, quienes y para que del mismo.

En este orden de ideas, y una vez vistos en los artículos anteriores una aproximación conceptual al enfoque así como la estructura del proceso, en esta última entrega quiero presentarles modelo RCP (Relevancia-Pertinencia- Coherencia) cuyo autor es un servidor el cual está registrado en el Instituto
Nacional de Derechos de Autor y que ha sido galardonado con el Premio Nacional de Contaduría Pública a la investigación en su 17‘ edición 2002-2003 por el
Instituto Mexicano de Contadores Públicos.

El modelo RCP (Relevancia-Coherencia-Pertinencia)

El proceso formativo del profesionista debe contener el enfoque de competencias para que se asegure el desarrollo de la capacidad profesional atemperado por la filosofía humanista que hace de la persona el centro mismo de su vivencia, asimismo debe considerar la forma en que las personas perciben y procesan la información que reciben del mundo. La conjugación efectiva de estos tres aspectos del proceso enseñanza-aprendizaje —objetivos del proceso mediante el enfoque de competencias, relación de los actores participantes mediante la filosofía humanista, y manera de percibir y procesar la información- garantizará un proceso que tienda a desarrollar un nuevo profesionista-persona más acorde a las  características de la era de la información actual y a los requerimientos de la profesión. Bajo riesgo de simplificar demasiado este proceso, puede establecerse que las condiciones que debe reunir son las de relevancia, pertinencia y coherencia.

La característica de relevancia obliga a hacer un análisis concienzudo para determinar qué es lo que se verá; es un hecho que en la actualidad el cúmulo de información es tal que prácticamente es imposible además de impráctico el tratar  de ver, comprender y dominar todo en el restringido tiempo de que se dispone  durante la formación, por lo que relevancia se enfoca en lo que realmente es  importante en función de que genera las bases para el desarrollo subsecuente. La coherencia retoma las características de la realidad contempladas en el concepto  anterior y las concatena de tal manera que el desarrollo del proceso no atomice el  desarrollo de competencias sino que las vaya integrando en un proceso cíclico,  repetitivo y armónico. Por último, por pertinencia se entenderá que el proceso  mismo -procedimientos, metodología y actividades- tenderá a reflejar las  características y condiciones imperantes en la realidad, en el medio laboral-profesional.

Relevancia. El proceso formativo del profesionista. independientemente de que considere las condiciones de pertinencia y coherencia, se enfrenta a un gran reto:  la gran cantidad de información diversa sobre la profesión y el quehacer de la  misma. Es en este punto donde interviene la relevancia. La relevancia tiene que  ver con el qué y cuánto se ha de ver en las asignaturas que conforman el programa formativo del profesionista. A este respecto, puede señalarse que existen dos visiones: una tradicional y otra vanguardista. La tradicional aboga por ver todo en las asignaturas, mientras que la vanguardista se enfoca a aquello que es de mayor importancia para la formación del futuro profesionista.

La primera parte del supuesto que si se vio todo en la asignatura, lógico es que todo debió aprenderse, más la experiencia demuestra que esto no es así y que  para desarrollar una competencia se necesitan conocimientos generalistas y  mucha práctica. La segunda postura parte del supuesto de que si se ven los  fundamentos de un tema y éstos llegan a dominarse por el alumno, éste estará  capacitado para abordar otros temas relacionados o más complejos. Ésta última  postura es la que está más acorde tanto con el enfoque de competencia como con los postulados humanistas. Ahora bien, ¿quién decidirá lo que hay que verse?

Diseño instruccional: todo, poquito o nada. Dos condiciones son las que deben reunirse para que un tema sea incorporado al diseño curricular: que el  conocimiento sea generalista y que éste sea lo más práctico posible. Antes de ver cada característica puede hacerse el siguiente ejercicio. El supuesto es que se tiene la meta de hacer el mejor vehículo que ha existido, en esta etapa se efectúa la lista de lo que un vehículo debe contener sin reparar en los costos. En el siguiente supuesto el presupuesto original asignado para el vehículo ha sido disminuido en un 20%, lógico que de la lista original deberán eliminarse algunos aspectos considerados inicialmente. A continuación, de nuevo el presupuesto es disminuido en un 20%, por lo que la lista de partes para el vehículo de nuevo se ve disminuida. Por último, otro recorte del 20% arroja como resultado un vehículo apenas con lo básico para poder ser reconocido como tal. Este ejercicio, hecho con dedicación, va marcando la pauta a seguir en el diseño instruccional: ir identificando lo más importantes. Curiosamente, a pesar de no ser expertos automotrices, tal parece que es más fácil determinar que debe incluir un vehículo de poco presupuesto que el programa analítico de una materia.

Ahora bien, en el desarrollo instruccional el principal recurso que restringe es el tiempo. En función del tiempo deberá girar la extensión y profundidad de los contenidos temáticos (así como en el caso del vehículo su constitución giraba en función del presupuesto). Todo es importante, sin duda, pero la capacidad del docente debe ser tal que pueda determinar de todo, lo más importante, y de lo más importante, lo básico, y de lo básico lo indispensable, así, el proceso formativo partirá de ver lo indispensable, si hay tiempo seguirá con lo básico, de lo básico pasará a lo más importante y finalmente al resto, pero si no tiene tiempo no sacrificará el todo precisamente por ver todo.

Ahora sí, retomando lo que inicialmente se estableció, los temas que sean incorporados al diseño curricular deberá ser generalista y lo más práctico posible.
Por generalista se referirá que tenga la mayor aplicación en el campo laboral-profesional.

La característica de practicidad es aquella que indica que las competencias desarrolladas son precisamente aquellas que se están demandando en el campo laboral-profesional. Esta característica se complementa con la anterior ya que un conocimiento puede ser de mucha aplicabilidad pero no estar siendo demandado en la actualidad. Para establecer un buen parámetro de la practicidad de los temas, un punto de referencia viene siendo precisamente el campo laboral-profesional. Pueden hacerse por parte de los mismos alumnos, investigaciones de campo donde se trate de descubrir cuáles son los servicios que se están demandando y bajo qué condiciones se están requiriendo. Estas investigaciones, al mismo tiempo que proporcionarán información para ir encauzando el diseño instruccional, le darán la oportunidad a los alumnos de ver por sí mismos los requerimientos existentes en el campo laboral-profesional para que lo tengan en consideración en su proceso formativo.

Complementando la formación: la investigación. Ahora bien, el hecho de no llegar a ver todos los temas en una asignatura como parte del trabajo de clase, no quiere decir que éstos no sean contemplados en el proceso formativo. Para eso está el trabajo externo. En este sentido, una de las mejores propuestas en el campo de las asignaciones escolares es el uso de ensayos. El ensayo, como tal, obliga al alumno a acudir a diferentes fuentes con la finalidad de leer, analizar, sintetizar, criticar, y formar; estas fuentes deben de tratar de ser lo más variadas posibles: libros, revistas, periódicos, internet, inclusive entrevistas.

Dado que el ensayo es una redacción abierta, este se caracteriza porque se apoya en el punto de vista de quien escribe, implica la responsabilidad de exponer las propias ideas y opiniones y respaldarlas con el compromiso de la firma personal.

En el ensayo se exige escribir correctamente las ideas con claridad, sencillez y originalidad; es necesario sustentar la validez de lo que se opina a t1’aves de referencias bibliográficas. Es breve, tiene un carácter didáctico y en él se pueden abordar temas diversos: científicos, filosóficos, políticos, religiosos, literarios, entre otros, la extensión depende del autor o de los requerimientos de quien lo solicite. Vinculación interinstitucional. Otro aspecto a considerar para afinar el aspecto de la relevancia en la información es el de promover la vinculación interinstitucional con la finalidad de promover la investigación e interrelación por parte de los alumnos. Esta vinculación consiste en tomar grupos de materias similares de  diferentes universidades (para lo cual los responsables de las materias deben coordinarse) y conseguir los emails de los alumnos con la finalidad de intercambiárselos entre ellos para que se pongan en contacto. La finalidad de ese contacto sería el encargarles que, con los conocimientos que tienen de la materia anterior tomasen un tema en común que discutirán vía emails y cuyos requisitos podrían ser el que por lo menos haya tres comunicaciones durante el semestre, comunicaciones en las cuales tendrán que hacer uso de sus conocimientos y las referencias que consideren importantes (uno envía el correo hablando de un tema de la materia, el otro contesta y así se inicia un diálogo entre alumnos de diferentes universidades). Al final ambos alumnos deberán entregar como reporte la serie de intercambios de información con una breve introducción y una conclusión personal, es decir, copiar las conversaciones a un documento y darle el formato de un trabajo para entregar cuidando las referencias utilizadas (si las hay). Las ventajas de esta vinculación, entre otras, es que permite ir pensando en la posibilidad de una vinculación más efectiva entre las universidades a la vez que se va generando en los alumnos una capacidad de autoaprendizaje colaborativo.

Coherencia. Una vez que se han establecido las características de la realidad que deben considerarse en los procesos educativos del futuro profesional, es menester que el conocimiento se vaya construyendo de una manera armónica, tratando de integrar todos los conceptos y buscando por que la instrucción no se atomice. A efecto de cuidar la coherencia en la instrucción (lo cual cumple con las características del enfoque de competencias), es menester que se desarrolle tanto una visión holística como una visión armónica del proceso. La visión holística contempla el relacionar lo que se está viendo con otras áreas de la profesión y así como contemplar sus efectos en otros procesos como un todo. La visión holística no implica el ver todo en una asignatura, sino enfocarse hacia el fondo de la misma, pero correlacionar con temas pertinentes para su mejor comprensión.

En cuanto a la visión armónica, ésta incluye que la instrucción no se disgregue sino que se aborde en partes, pero que se vaya integrando como un todo. Los temas no se ven y se dan por visto, el diseño debe ser de tal forma que cada materia contenga los elementos para irse desarrollando integradamente.

El quehacer del profesionista incluye las características de ser cíclico, repetitivo y continuo, son esas características las que deben de incluirse en el proceso formativo del futuro profesionista tanto con la finalidad de que en la mente exista esa coherencia necesaria para comprender procesos, como para que se vaya desarrollando la competencia necesaria para desenvolverse con éxito en el campo laboral.

Hay varias maneras de ir desarrollando un curso en forma coherente, aquí se propondrán tres: la ubicación-contextualización, el seguimiento, y la interrelación. Ubicación-contextualización. La ubicación-contextualización es la característica por la cual la competencia que se busca desarrollar cobra importancia dentro de un sistema integrado. Si bien es cierto que sale sobrando el decir que todas las competencias de todo profesionista tiene un por qué y para qué dentro de los sistemas y procesos, también es un hecho de que el abordaje de estas sin una buena ubicación-contextualización lo único que genera es una capacidad, más no un sentido. La ubicación-contextualización también tiene que ver con ir desarrollando las cosas tal y como son desde el principio.

Seguimiento. El seguimiento es una característica que se encuentra presente en todas las áreas de trabajo del profesionista, ninguna cosa está acabada sino que forma parte de un proceso, ningún resultado es definitivo sino que es provisional al momento en que se presenta; de la misma forma, el desarrollo del proceso enseñanza-aprendizaje debe ser tal que no solo ubique el quehacer del profesionista dentro de un proceso productivo dado, sino que sea capaz de ir integrando los elementos que se van contemplando, en otras palabras, no ver las cosas y darlas por vista, sino irlas concatenando, acumulando, de tal forma que se tengan que seguir practicando y vayan mostrando un panorama más completo cada vez.

El hecho de ver y evaluar algo no implica ni asegura su pleno dominio, la experiencia indica que el dominio y la maestría viene precisamente de la experiencia, ahora bien, la experiencia no es sino un hacer, hacer, y hacer las cosas, un repetir cíclico que puede incorporarse en los programas. Este quehacer cíclico y repetitivo permitirá que cada alumno aprenda a su ritmo, que la mente tenga las experiencias necesarias para validar las conclusiones a las que haya llegado y desarrollar las habilidades profesionales en un ambiente que simule las condiciones laborales reales.

Interrelación. La última característica de la coherencia, la interrelación, tiene que ver con el hecho de ir estableciendo las diferentes conexiones que existen entre los temas de la asignatura; así como con otras áreas y elementos del sistema en el cual están.

De lo que se trata es que no vea a la formación como pulverizada en diferentes asignaturas que no guardan relación sino ir estableciendo relaciones con los diferentes temas de la propia asignatura así como con las demás asignaturas del proceso formativo.

Pertinencia. Una idea, evento, proceso u objeto adquiere pertinencia en la medida que este presenta características que tengan relación con el asumo a trata. En el caso del proceso formativo la pertinencia estará dada por las características de la realidad que sean incorporadas en dicho proceso, tanto en los procedimientos, las metodologías y las actividades. Ahora bien, y siguiendo con la tónica de este tema, es pertinente aclarar que el tratar de que el proceso formativo refleje en gran metida las características de la realidad no significa que tenga que incorporar en el proceso los aspectos negativos de la misma. El docente debe tener la capacidad para partir de cómo son las cosas pero teniendo en cuenta las regulaciones legales y las normatividades profesionales existentes, pero no por ello desarrollar un curso ajeno a las condiciones reales laborales-profesionales.

De la vista nace el amor. Uso de imágenes y documentos. Todas las profesiones son ricas en cuanto a fuentes de información para la realización de su trabajo, desafortunadamente, en ocasiones para facilitar el proceso mismo (sobre todo para el maestro), se recurre a señalamientos acerca de la realidad más que enfrentar al alumno a la realidad misma. Sirva como ejemplo las redacciones de ejercicios con los que se trabaja en clase.

La mayoría de los materiales de que dispone la docencia, así como los que genera el docente mismo, no tienen el enfoque de competencia, ni están pensados en el alumno, se enfocan más bien al proceso (un proceso más simple, sencillo y fácil, aunque irreal) y a las necesidades-gustos del docente. En el ejercicio profesional se enfrenta directamente con hechos y documentos a efecto de realizar su trabajo; más sin embargo, en la docencia, es muy común recurrir a redacciones de los eventos con el fin de facilitar la generación de materiales y el ahorro de tiempo y esfuerzo (sobre todo del docente).

El nuevo enfoque de competencias exige que el docente sea un experto en la materia que imparte y que tenga la capacidad de presentar los procedimientos, la metodología y las actividades como un fiel reflejo de lo que alumno encontrará una vez que ingrese al medio laboral-profesional.

Los retos a los que se enfrentan los actuales sistemas educativos, sobre todo en el nivel superior, son considerables, pero en la medida que éstos sean abordados con creatividad, decisión, congruencia, carácter y compromiso permitirán construir entre todos una sociedad ordenada, armónica y con grandes oportunidades de desarrollo.


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/UV7G1GQ0jJA

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