Todo
proceso que tienda al logro de resultados, necesariamente deberá incorporar en
algún momento del mismo indicadores que le permitan medir el avance en la
consecución de las metas fijadas; dado los objetivos que se plantean las
universidades y que tiene como fin último la mejora individual y comunitaria,
¿podemos decir los indicadores se corresponden con lo que se busca?
Cuando
me toca visitar alguna universidad, sobre todo cuando esta visita va aunada a
alguna invitación relacionada con servicios de consultoría, el primer paso que
doy es leer la visión y la misión que la universidad expresen, de ahí me sigo
con sus planes de desarrollo y estrategias para lograrlos, pero la visión y
misión es, por así decirlo, la filosofía que permea (o debe permear) todo el
quehacer institucional.
Sugiero
cuando tengan oportunidad ver una, dos o tres visiones y misiones de cualquier
universidad y verán algo en común: el alcance de los impactos que desean tener
los cuales siempre nos hablan (palabras más palabras menos) de una incidencia
social que crea valor y permite avanzar en los caminos del desarrollo y la
excelencia.
¿A qué
viene todo esto? Pues a un pequeño (pero importante) fenómeno que me ha tocado
ver en la mayoría de las universidades y es que, a pesar de tener explicitadas
las cosas que desean lograr (remitiéndonos a su visión y su misión), los
indicadores que según esto les ayudan a evaluar el avance en la consecución de
lo planeado no deja por demás de ser inconsecuente.
La
mayoría de las universidades tienen lo que podemos señalar indicadores
cuantitativos: tantos maestros que han obtenido su grado de maestría, tantos
más que se han doctorado, tantos artículos publicados, tantos docentes en el
Sistema Nacional de Investigadores, tantos proyectos de investigación o de
vinculación y un sinfín de etcéteras donde el “tanto” es lo que tiene el peso.
Pero lo que he visto es la adolescencia (de adolecer, carecer) de indicadores
que realmente reflejen el impacto cualitativo de las actividades universitarias
en los fines últimos que se persiguen.
Pongo un
ejemplo. En cierta universidad manejan la cuestión de la equidad social como
algo a lograr, pero cuando le preguntas que han hecho y como miden para avanzar
en esto te señalan la cantidad de cursos sobre ese tema (así como los
asistentes) que se han desarrollado. De nuevo el enfoque cuantitativo. ¿Cómo
sería un enfoque cualitativo? Bueno, en este caso en específico pueden
diseñarse instrumentos para medir la percepción comunitaria del tema y sobre
todo si ésta cambia favorablemente con los cursos que se den.
Soy
crítico de las actividades universitarias por que consciente estoy de la enorme
responsabilidad que las universidades tienen para con la sociedad, por eso
cuando escucho los “tantos esto” y “tantos otros” que X, Y o Z universidad,
academia e incluso docente o administrativo ha hecho, mi pregunta sencilla que
me viene a la mente es la de “Y todo eso, ¿mejoró o empeoró a la comunidad?”.
Obvio que espero una respuesta que tenga algún sustento.
¿Y por
qué no han avanzado nuestras universidades –salvo honrosas excepciones- en el
establecimiento de este tipo de indicadores? Pues por la simple y sencilla
razón de que no se han sentido obligadas a ello. Los recursos adicionales que
están recibiendo están en función del “tanto” que hagan, así que sus procesos,
resultados e indicadores van en función de lo que se haga, más que del impacto
que eso tenga, pero esto solo habla del nivel de compromiso que la universidad
siente en realidad con la sociedad.
Establecer
indicadores de calidad en los desempeños de nuestras universidades no es algo
que no se pueda hacer, me ha tocado trabajar en ello y es algo alcanzable, pero
que sí implica cambiar la forma de ver y hacer las cosas y refrendar de manera
seria y congruente el compromiso que la institución expresa para con la
sociedad.
Roberto
Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación
• I+D+i • Consultoría
Desarrollo
Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor
También puede
descargarse gratis el libro “…Si las
hicieres -Un camino de vida de la mano de las otras bienaventuranzas” , desde www.rocefi.com.mx (Menú
“Libros” Sección “e-book gratis”)
No hay comentarios:
Publicar un comentario