jueves, 17 de marzo de 2016

Los nuevos paradigmas mundiales II: La Era de la Información


Cinco meses tardaron los reyes católicos en enterarse del descubrimiento de
América en 1492, dos semana tardó en llegar a Europa la noticia del asesinato de
Lincoln en 1865, 1.3 segundo tardó en llegar a la tierra las imágenes de la llegada
del hombre a la luna en 1969, hoy en día el envío de información vía correos o
redes sociales tarda milisegundos. Bienvenidos a la era de la información.
Tercera ola es el término acuñado por Alvin Tofller para referirse a la serie de
cambios que pueden circunscribirse a la llamada Era de la lnformación. La
“primera ola’ que revolucionó al mundo fue la agricultura y sus consecuencias en
las hasta entonces civilizaciones sedentarias, la “segunda ola’ fue la revolución
industrial que vino a cambiar las maneras de producir con repercusiones en todos
los ámbitos, la “tercera ola’ es la de la sociedad de la información que se inserta
en el contexto actual de la globalización.

Como mencionan Alvin Toffler en The Third Wave y Alvin Toffler & Heidi Toffler en
Creating a New Civilization: The Politics of the Third Wave, éstos cambios relativos a la Era de la lnformación pueden englobarse en los siguientes: (1) cambios en los requerimientos de la mano de obra, (2) transformación de las formas de hacerlas cosas en los trabajos, (3) disminución de las unidades de trabajo, (4) incremento en la complejidad de la economía, (5) innovación constante, (6) globalización de las economías nacionales, (7) dominio del capitalismo de la economía global, (8)
incremento de los cambios no lineales, (9) re-emergencia de la importancia de la familia y los valores, (10) reestructuración de los medios de comunicación y la política.

Muy ligado a esto se manifiesta un cambio acelerado en la composición de los ingredientes del comercio mundial. Benito Bucay señala en “Algunas reflexiones sobre educación, capacitación, productividad y empleo" del libro Educación, Productividad y Empleo que las tendencias de este siglo apuntan a una reducción adicional -aunque ya menor- del componente trabajo, y una muy significativa del componente capital, para dar lugar a una preeminencia del factor conocimiento, lo cual lleva a concluir que las nuevas fuerzas de competencia ya no se encuentran en el capital sino en el conocimiento: su adquisición, aplicación, creación y desarrollo.

En el pasado, el cambio social era promovido/controlado principalmente a través de la fuerza (es decir, ejercito) o el mercado (es decir, dinero), en la era de la información el conocimiento es la llave para impulsar y dirigir el desarrollo. De esta perspectiva, educación y acceso a información vienen siendo las variables claves a impulsar para llegar a ser generadores y partícipes de los cambios que se gestan. Para ello las tareas a desarrollar pueden agruparse en tres grandes rubros: educación, capacitación, y los medios y la infraestructura. Retomando a Bucay, respecto de la educación se trata de dotar a los estudiantes de los conocimientos científicos y sociales que son el sustento, y de la capacidad de indagar, estudiar y razonar por su cuenta. En cuanto a la capacitación incluye el cambiar la perspectiva de las tareas y concluir que capacitar es una absoluta necesidad para la empresa, los trabajadores y la sociedad. Por último, respecto de los medios y la infraestructura, se requiere que la participación en los procesos incluya sector público, sector privado y sector educativo, adecuando los marcos normativos para eficientar el proceso.

Las perspectivas de los cambios en esta era de la información tienden a: (1) darle cada vez más importancia a una tecnología que cambia cada vez más rápido como fuente de acceso y manejo de información, (2) innovar cada vez más en cuestiones relativas a la producción y la manera de hacer las cosas como consecuencia de la incorporación de nuevas tecnologías, (3) incrementar la participación en los sectores que tienen que ver con la distribución de productos y el manejo de la información, (4) incrementar las delegaciones de autoridad y responsabilidad para privilegiar las decisiones rápidas y operativamente eficientes, (5) orientar la educación hacia la enseñanza personalizada que considere las necesidades y requerimientos de cada individuo en vez de planes de estudio comunes, (6) pasar de una economía nacional a una economía regional y finalmente a una economía global, (7) cambiar las jomadas y condiciones laborales con una tendencia hacia la flexibilización, y (8) incrementar los programas emprendedores individuales y Ia promoción del auto-empleo.

Como menciona Julio Fermoso en “Las nuevas demandas en la formación" en la obra Educar ¿para qué?, las características de esta era de la información rompen de lleno con los paradigmas que hasta ahora se han venido manejando en cuanto a las maneras y objetivos de hacer las cosas como se muestra en la relación que viene más delante, después de todo los saberes son efímeros, las capacidades se cambian en corto plazo por otras, y la consecución de un empleo ya no está fincada en la posesión de un título o de una certificación académica, sino más bien en una efectiva adquisición de actitudes, aptitudes y conocimientos. Respecto de esas maneras y objetivos de hacer las cosas Juan Prawda nos muestra en “Educación, productividad y empleo: retos para el sistema educativo” del libro Educación, Productividad y Empleo, las diferencias principales entre el paradigma tradicional y el nuevo paradigma de la Era de la Información.

Los dos paradigmas

Paradigma tradicional:
• Economía basada en productos
• Control centralizado
• Rigidez
• Control de calidad del producto
• Fragmentación de tareas y responsabilidades
• Trabajadores especializados
• Confrontación
• Fuerza laboral como un gasto
• Promoción por antigüedad
• Capacitación por excepción
• Exigencia de calificación mínima

Paradigma del futuro:
• Economías basadas en información
• Descentralización
• Flexibilidad
• Control en toda la línea de productos
• Equipos de trabajo
• Trabajadores entrenables con múltiples competencias
• Cooperación
• Fuerza laboral como una inversión
• Promoción por competencia verificada
• Capacitación como regla
• Exigencia de competencias básicas

Pero globalización y era de la información no se entenderían sin su principal referente que es el ser humano, el cual también ha generado nuevas características las cuales las abordaremos en la tercera y última parte de esta serie de artículos referidos a los nuevos paradigmas mundiales.


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/_hjjgDQt64c


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