viernes, 8 de abril de 2016

Personal Administrativo Universitario: Ingreso, Promoción y Reconocimiento


Los que trabajamos en las Instituciones de Educación Superior damos por sentado muchas situaciones cotidianas: que haya material educativo disponible, que las aulas estén funcionales, que la biblioteca este en servicio, que los pagos llámense a empleados o proveedores fluyan sin problemas, etc.; esta confianza parte del hecho de que la parte administrativa funciona y crea un soporte a partir del cual las funciones sustantivas de formación, investigación y extensión pueden desarrollarse.

En ese entendido, en la medida que la parte administrativa de estas instituciones educativas tienda a la excelencia en su desempeño las funciones sustantivas tendrán el soporte para desarrollarse con altos estándares de calidad; y para ello, el ingreso, promoción y reconocimiento juegan un papel primordial. El ingreso, promoción y reconocimiento en la parte administrativa de las Instituciones de Educación Superior está contemplado en lo que se conoce como tabulador, escalafón y programa de reconocimiento. Independientemente del nombre que  adopte, en la medida que los procedimientos subyacentes a estos procesos sean transparentes, equitativos, justos y congruentes con el quehacer institucional se tendrá confianza en los mismos así como garantía en sus resultados.

Por otra parte, cuando esos procesos no cumplen con las características señaladas pueden generar problemas tanto en el corto como en el largo plazo, por ejemplo, que el personal se desmotive y eso afecte su trabajo, que se den problemas rotación de personal, que no se garantice el ingreso del personal más competente, que se afecte la imagen de la institución, o que se den favoritismos
y/o discriminaciones.

Para generar y mantener programas de ingreso/promoción/reconocimiento administrativo en las instituciones educativas mencionadas que cumplan con las características señaladas anteriormente, las instituciones deben tener de manera mucho muy clara análisis de puestos, descripción de puestos, valuación de puestos, categorización de puestos, tabulador y políticas.

El análisis de puestos consiste en determinar los puestos existentes en los diferentes procesos administrativos, esta determinación debe consignar el nombre del puesto, la parte del proceso donde se encuentra y su relación en la estructura funcional y operativa institucional.

La descripción de puestos es la explicitación por escrito y de la forma más clara posible de los deberes, obligaciones y las principales características de los puestos incluyendo funciones, sub-funciones y tareas así como requerimientos para su desempeño.

La valuación de puestos no es otra cosa más que establecer una jerarquía entre los mismos al compararlos entre sí de acuerdo con los niveles de sus responsabilidades, quedando un listado de puestos cuya valuación vaya de menor a mayor o de mayor a menor.

La categorización de puestos tiene por objetivo jerarquizar los puestos de acuerdo a su importancia relativa al compararlos con los demás de la organización. El resultado final es un listado que incluye desde el de menor hasta el de mayor importancia de acuerdo a sus características y requerimientos para ocuparlos. Para categorizar puestos pueden usarse diferentes métodos tales como la alineación, o los métodos de grados y puntos. La alineación solo establece subjetivamente que puesto es mayor o menor en cuanto al grado de responsabilidad, funciones y descripciones; el de grados consiste en establecer un solo factor común a todos los puestos que permita graduarse (escolaridad, antigüedad, etc.); por último el de puntos establece todo un esquema de variables/valores sobre los cuales los puestos son evaluados.

El tabulador es el resultado final de los puntos anteriores reflejado en cuanto los alcances monetarios de las percepciones asignadas de acuerdo al análisis, descripción, valuación, y categorización del puesto.

Las políticas, que deben ser claras y objetivas, son las normas que se establecen para asignar y modificar sueldos, es decir, para desarrollar los programas de ingreso/promoción/reconocimiento administrativo. Para que estas políticas funcionen debe necesariamente considerar incorporar en las mismas la evaluación del desempeño de quien está a cargo del puesto. Estas políticas deben en todo momento ser claras y satisfactorias para que el personal las entienda, las acepte y las utilice para su desarrollo personal y profesional. De la misma forma deben asegurar (1) que los empleados nuevos no perciban ingresos superiores a los empleados que ya laboran en la institución en la misma categoría, (2) que la promoción/reconocimiento esté basada en méritos claros, objetivos y verificables, y (3) que su entendimiento sea claro y que genere confianza en el proceso y los resultados.

Otras consideraciones relativas al ingreso/promoción/reconocimiento administrativo es que considere experiencia, formación y productividad; que realmente promueva la carrera administrativa institucional estimulando la excelencia en el desempeño y su impacto en las instituciones; que tanto el ingreso, como la promoción y el reconocimiento administrativo no de pauta a la discrecionalidad y señale claramente los grados mínimos de calificación para acceder a los puestos establecidos; que la relación sueldo-puesto sea clara y justa; y que la promoción y el reconocimiento sea realmente un estímulo y que el desempeño de calidad sea imprescindible para su aplicación.

Por último un aspecto clave y que se ha mencionado a lo largo de este artículo es la confianza en los procesos y resultados. Cuando el personal administrativo de las Instituciones de Educación Superior esta cierto que los procesos son claros, objetivos y transparentes el ambiente generado es propicio para el desarrollo organizacional, el ingreso/promoción/reconocimiento no debe tener sesgos discrecionales que permitan la manipulación por parte de funcionarios y autoridades y para ello se requieren varias instancias que participen sobre bases claras y otras más que supervisen el proceso y sus resultados.

La parte administrativa en las Instituciones de Educación Superior es clave para la realización de las actividades sustantivas de las mismas; contar con los mejores integrantes, reconocer los mejores desempeños, y promover a los mejores elementos no solo es justo, legítimo y correcto sino que en el caso de estas instituciones educativas se vuelve una obligación ya que ellas deben ser ejemplo de lo que se busca construir en la sociedad.



Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/IPXuJX3WzY0

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