viernes, 6 de abril de 2018

Vinculación ¿desde el escritorio?



La manera más directa, eficiente y eficaz en que las universidades pueden incidir en su entorno y a la vez beneficiarse de la retroalimentación que reciban de él, es sin duda alguna vía vinculación; esta vinculación, por su misma naturaleza implica una relación con el entorno y los actores que participan en él, relación que difícilmente puede darse desde el escritorio.

De un tiempo a la fecha, sobre todo desde los 80’s, las universidades, reconociendo la necesidad mutua de interactuar con su entorno, comenzaron procesos tendientes a articular procesos de vinculación. Estos procesos de vinculación, aparte de buscar abordar problemáticas sociales, políticas o económicas específicas, buscan generar un flujo de información hacia el área académica que le permita estar al día (si se incluyen alumnos en estos procesos la idea subyacente es la aplicación de los conocimientos adquiridos y la adquisición de experiencia).

Si bien no se puede ser tajante en el sentido de que toda la vinculación implica una interacción extra-muros de la universidad con el entorno, si hay que reconocer que mucha de esa vinculación por naturaleza propia implica ello. De la misma forma hay que reconocer y señalar que en ocasiones quien lidera esa vinculación establece una dinámica que disminuye los beneficios de la misma en vez de potencializarla cuando busca las formas y los medios para desarrollarla desde el escritorio.

Por ejemplo, muchos de los procesos organizacionales pueden ser abordados por las áreas económico-administrativas desde escritorio, eso es innegable. Análisis de puestos, flujogramas, diseños organizacionales, establecimiento de políticas, objetivos, metas, etc., son ejemplos de variables de las empresas que pueden ser trabajados desde una oficina.

Pero de la misma forma, sobre todo los que estamos en contacto directo con actores externos a la universidad, hay que señalar que es mucho más enriquecedor e incluso eficaz, efectivo y eficiente, el trabajar in situ las problemáticas relativas a una vinculación en este sentido.

Es curioso cuando se presentan vía ponencias, artículos o ensayos, en eventos o publicaciones, trabajos de aplicación o generación del conocimiento en organizaciones donde a la pregunta de “proporción tiempo organización/cubículo” destinado a ese proceso de vinculación deja mucho que desear. ¿Se imaginan que todo  trabajo de vinculación que se presentara dijera cuantas horas se le dedico al mismo in situ y cuánto se le dedico en el cubículo?

Repito: No todas las vinculaciones deben hacerse in situ, conozco muchas que incluso es mejor hacerlas en la universidad, pero eso lo determina la naturaleza del proyecto de vinculación, no la comodidad de quien lidera dicho proceso. Aspectos como condiciones del entorno de la vinculación, relación de los actores, ambiente de la entidad u organización, etc. por mencionar solo algunas, deben ser evaluadas para determinar la valía de realizar estos procesos in situ.

La vinculación que hacen las universidades debe ser pensada y entendida desde el punto de vista de un proceso en sí mismo más que un fin, el proceso es abordar las problemáticas del entorno para buscar solución y al mismo tiempo dinamizar la actualización conceptual del área académica para que esté al día.

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/9KJ--pDxvNU

También puede descargarse gratis el libro  INSPIRADA POR DIOS -Los libros de la Biblia en 10 versículos c/u-” , desde www.rocefi.com.mx  (Menú “Libros” Sección “e-book gratis”)

No hay comentarios:

Publicar un comentario