viernes, 29 de junio de 2018

Lo bueno de los enemigos internos universitarios



Cuando hablamos de un conglomerado social, como en el caso de las universidades, de ninguna forma estamos hablando de un grupo homogéneo e integrado en su totalidad, sino de un conjunto de grupos diversos, diversos en intereses, objetivos, pensamientos y valores, y no solo diversos sino incluso en ocasiones en contraposición unos con otros, situación que debe verse con el potencial positivo que tiene.

Hay quienes tienen una idea sobre la buena convivencia institucional en las universidades que corresponde más bien a una caricatura que a la realidad. Esa caricatura plantea la paz, la armonía y la tranquilidad como las variables mismas del sistema donde todos, en una especie de paraíso terrenal, viven sus vidas universitarias en un ambiente de fraternidad. La realidad es diametralmente opuesta.

Todo conglomerado social está formado por individuos, individuos con ciertas características que por lógica natural se van asociando con quienes las comparten, esta asociación deviene en grupos que terminan compartiendo visiones, principios y valores y por ende proyectos. Por lo anterior estos grupos al interior de las universidades se diferenciaran unos de otros y en ocasiones incluso podrán llegar a estar en contra.

La contraposición de grupos al interior de las universidades sería un caos si no fuera por las leyes y reglamentos que permiten la convivencia, cohesionan a los grupos y le dan dirección al proyecto institucional. Además, en este enfrentamiento hay algo de extremo valor: la visión crítica existente entre los grupos antagónicos.

Esta visión crítica implica que cada grupo está pendiente uno del otro para señalar, exigir, buscar por qué no decirlo, el menor atisbo de error en el otro para como se dice coloquialmente “caerle a palos”. La ventaja de esto es que de una manera informal se genera un acicate para que cada grupo (sobre todo cuando se está en el poder) se desempeñe con corrección, legalidad y excelencia. Esa es la ventaja de los enemigos internos universitarios cuando se sabe aquilatar ese valor: el estar en una constante pugna, uno por hacer lo mejor que esté de sí, otro por buscar los errores del primero para señalarlo.

Si bien alguien podría pensar que un sistema así no pudiera prevalecer, la variable que resuelve esta contradicción es la normatividad interna universitaria. Todos, amigos o enemigos, deben sujetarse a esa normatividad y buscar que con ella se dé ese desempeño excelente y ese espíritu de crítica. Cualquier desborde de pasiones que ignore la normatividad debe verse como un ataque el sistema mismo y por ende corregirse, de ahí en fuera no solo es deseable sino incluso promovible esos grupos antagónicos que sirven de fiscalizadores de la labor unos de otros.

Sin duda alguna todos deseamos paz, armonía y tranquilidad, pero si esto se ve como el objetivo mismo de la vida institucional se corre el riesgo de en aras de ello no señalar errores, no criticar malas actuaciones, no sancionar malas conductas, con lo que el verdadero proyecto institucional no solo no cumple su función social sino que incluso corre riesgo.

Por otro lado, ese enfrentamiento al interior entre grupos antagónicos que se da de manera lógica y que debe sujetarse al marco regulatorio de la normatividad, devengará en cada vez mejores desempeños que imposibilitarán señalamientos y que al final conducirán a ese ambiente deseado ya que quienes detentan el poder lo hará lo mejor posible para no verse señalados y quienes están en contra no tendrán elementos para poder señalar errores o desviaciones.

Si bien esta exposición de ideas se ha hecho bajo el título de “lo bueno de los enemigos internos universitarios”, la realidad es que no hay tales enemigos, sino personas con diferentes maneras de ver las cosas, que tienen otras ideas e intereses, y que si aquilatamos su función crítica al interior de la universidad puede servirnos como aliciente para hacer cada vez mejor las cosas y ser por ende mejores personas, contar con mejores procesos, y avanzar hacia una mejor universidad.


Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en  https://youtu.be/ukY3RnbYR_U


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