viernes, 22 de febrero de 2019

Evaluación formativa: maestro-insumos-alumno



La formación viene siendo en nuestras instituciones de educación superior, una de sus actividades sustantivas, es así como habría que esperar que la misma tuviera todos los elementos que permitieran un análisis y valoración de lo que se hace, por qué se hace y para qué se hace, más sin embargo en la práctica el peso de esto gira en torno a un solo elemento, el docente, excluyendo los insumos del proceso y al alumno.

En una ocasión se me invitó a analizar lo que se pretendía sería un nuevo instrumento de evaluación docente. Si bien la evaluación docente es algo más que común en la mayoría de las universidades, desde mi punto de vista su alcance es limitado en lo que se desea obtener: la formación del alumno. Comento esto porque la pregunta inicial que hice se refería precisamente a la intención subyacente en el análisis que de ese nuevo instrumento haríamos (siempre es bueno el preguntar el por qué hace uno lo que hace), la respuesta tendía, sí, a evaluar al docente, pero dado que el docente es parte de un proceso volví sobre mi pregunta para que se me clarificara la intención de evaluar al maestro, la respuesta que perfilé ya desde el inicio iba a que la intención es ir mejorando la labor del docente en lo que se refiere al proceso formativo del alumno.

Proceso formativo del alumno. Cuando uno hace las preguntas correctas obtiene las respuestas correctas, luego entonces el esfuerzo de evaluar al docente tiene una sola finalidad que es la del proceso formativo del alumno, siendo así, ¿dónde están evaluados los otros elementos de dicho proceso? Si vemos el proceso formativo del alumno como lo que es, un proceso, debe haber más elementos que intervengan en el mismo, y siguiendo esta lógica podemos concluir que si esos elementos no son identificados y evaluados bien pueden dar al traste los esfuerzos de mejora que se hagan sobre uno de ellos (como en este caso el docente)  por más loables que sean esos esfuerzos.

¿Y cuáles son esos otros elementos que podemos identificar? Aparte del docente por lo menos otros dos: los insumos del mismo proceso y, algo que a veces se pasa por alto, el mismo alumno. A reserva de explayarnos en estos elementos podemos adelantar que los insumos es todo aquello que proporciona la institución y coadyuva al proceso formativo, en cuanto al alumno, si bien no es necesario definir la persona, si es necesario establecer las responsabilidades propias de ella para limitar los ámbitos de acción de ella misma y el docente.

Los insumos, como ya se adelantó, es todo aquello que proporciona la institución y coadyuva al proceso formativo, ejemplo de esto son las bibliotecas y el acervo bibliográfico que tengan las universidades, las aulas (tanto en cantidad como en calidad), los sistemas tecnológicos que soporten los procesos (tanto académicos como administrativos) que la universidad pone a disposición tanto del maestro como del alumno, los espacios institucionales para el desarrollo de las actividades curriculares y extra-curriculares, etc.

Por ejemplo, demos por sentado que una universidad cuenta con la mejor planta docente: capacitada, motivada, con experiencia, pero la biblioteca así como su acervo bibliográfico es insuficiente para la demanda del alumnado, o en el caso del acervo bibliográfico éste está sumamente desactualizado, el resultado sería un proceso defectuoso con un resultado formativo deficiente. De igual forma si, aunque se contara con esa planta docente de excelencia, las aulas fueran insuficientes o de ínfima calidad, los sistemas tecnológicos no se dieran abasto o no respondieran a las necesidades y perfiles de los usuarios, o los espacios institucionales no solo no fueran suficientes sino no funcionales, ¿qué podríamos esperar de este proceso?. Aún así, ¿en qué instrumento se evalúan los insumos para tratar de mejorarlos con relación al proceso formativo del alumno?

El docente tiene ciertas responsabilidades que deben ser cubiertas por él, de la misma forma la institución tiene ciertas responsabilidades relativa a los insumos que debe aportar al proceso formativo del alumno, pero de la misma manera el alumno tiene sus propias responsabilidades que deben ser cumplimentadas para dar por satisfecho los requerimientos mínimos del proceso formativo para pensar en una conclusión exitosa del mismo.

¿Cómo qué cosas son responsabilidad del alumno? Pueden señalarse por ejemplo el cumplimiento en tiempo y forma, en extensión y profundidad, de las actividades que él debe realizar aunadas al proceso formativo. Importante es entender, sobre todo de parte del docente, que el alumno universitario es un adulto en toda la extensión de la palabra y como tal debe ser tratado, no como en ocasiones en que se pretende abordarlo como un menor de edad al que no solo hay que decirle que debe hacer sino incluso guiarlo casi de la mano para asegurarse que lo haga.

¿Por qué esta reflexión? Por una simple y sencilla razón. Constantemente las universidades son criticadas por la sociedad cuando de la primera egresan profesionistas que no cumplen con los mínimos requeridos por la segunda, recayendo siempre este señalamiento en la responsabilidad que sobre de ello tiene el profesorado, sin pretender quitar en lo más mínimo la responsabilidad que sobre el perfil del docente debe cumplirse, es un acto de justicia el señalar que en el proceso formativo del alumno hay elementos relacionados con los insumos que proporciona la universidad y las responsabilidades que el mismo alumno debe cumplir que inciden en su perfil como profesionista y que por ello también deben ser evaluadas.

Lo que no se evalúa no puede mejorarse, dice un aforismo, y este enunciado es verdad en el sentido de que si uno no tienen manera de valorar lo que está haciendo no hay forma de detectar áreas de mejora, en cuanto al proceso formativo del alumno la evaluación docente es un elemento de gran valor, practicidad y aplicabilidad para ello, pero no el único que debería valorarse siendo que los insumos que proporciona la universidad y la responsabilidad del alumno otros elementos que deben incorporarse en este proceso de mejora continua.

Roberto Celaya Figueroa, Sc.D.
Formación • I+D+i • Consultoría
Desarrollo Empresarial - Gestión Universitaria - Liderazgo Emprendedor

Este artículo puede verse en video en https://youtu.be/8tEDftheexQ


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